lunes, 3 de diciembre de 2012

El recoveco



Sincera
un alma oxidada por lo amargo del azúcar.
Visiones, líos; acertijos de emociones.
Trenes que van, trenes que vienen
y viajes que antes no estaban.
El pudor tal vez sea miedo, y éste, desconfianza.
Cielos, lunas, estrellas,...
el firmamento entero, vanas promesas
mentiras piadosas
miradas perdidas.
Insignificantes señales, desperdicio del lenguaje.
¿Rosas sin espinas?
¿Caballero sin espada?
Ironía
pero donde hay miedo, hay valor
y lo que hay de feo, lo hay de hermoso.
Lo que un día fue viento
hoy se queda en soplo.
Paredes de ladrillos de fresa con pica-pica,
senderos sin misterios,
interminables viajes entre el universo paralelo
y el deseo.
Entre el primer tic y el último tac
de una vida sin rumbo, pero no perdida,
nostalgias y sonrisas
se abrazan.

rbk
escrito el 26/11/2012