Descripción I

No sé qué hora será,
pero abro las ventanas
y allí esta,
brillando intensamente
ajena a la soledad que la rodea.

Se oyen voces a lo lejos,
se escucha el gruñir del río
y las quejas de los grillos.
Es un silencio que te empapa,
se te cala hasta los huesos.

Por más que ahí la veas
no está, no te lo creas,
está en todos
y en ninguno
de los destellos que la rodean.

Se mueven, parpadean,
son débiles o intensos,
hay de lejos y de cerca,
unos acaban y otros empiezan,
otros caen y se estrellan.

rbk
escrito el 16/08/2011